La Ultimate Fighting Championship (UFC) de Estados Unidos ha tomado una decisión innovadora al eliminar oficialmente la marihuana de su lista de sustancias prohibidas para los luchadores profesionales. Este cambio, impulsado por una política de 2021 que protegía a los atletas del THC, el componente psicotrópico del cannabis, marca un giro significativo en la política antidopaje del deporte de combate.
El compromiso de la UFC con una política antidopaje progresiva es evidente en esta medida, alineándose con las tendencias cambiantes en el uso de cannabis en el deporte.
Organizaciones deportivas como la NBA, la MLB y la NFL también han revisado sus políticas sobre el cannabis, reflejando una tendencia más amplia hacia una postura más permisiva.
Aunque algunos estados también han adaptado sus normas para proteger a los atletas que usan cannabis, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sigue manteniendo su prohibición. Sin embargo, este movimiento ha sido criticado por estar desactualizado y no reflejar el cambio social y regulatorio con respecto al consumo de cannabis.
La eliminación de la marihuana de la lista de sustancias prohibidas de la UFC no solo refleja un cambio en la política antidopaje, sino también una evolución en la mentalidad de la sociedad y el mundo deportivo hacia una visión más comprensiva y progresiva sobre el uso de cannabis en el deporte de élite.