España se ha unido al grupo de los siete principales productores de cannabis medicinal del mundo, con una previsión de producción de 36 toneladas en 2024, lo que representa un aumento significativo del 53% en comparación con 2023. Aunque España ha experimentado un crecimiento notable en la producción de cannabis medicinal en los últimos años, aún no se ha regulado su uso terapéutico en el país.
La regulación actual solo permite el cultivo de cannabis con fines de investigación o fabricación médica, y España es el único país entre los principales productores mundiales de cannabis medicinal que carece de un marco regulatorio para su uso.
A pesar de esta falta de regulación, el país ha logrado ascender en el ranking mundial de producción de cannabis medicinal y se encuentra en la séptima posición en 2024. Sin embargo, los pacientes en España aún no pueden beneficiarse del cannabis medicinal de forma legal y deben recurrir a métodos como el autocultivo o el mercado clandestino para obtenerlo. La regulación del cannabis medicinal está en manos del Ministerio de Sanidad, y aunque se espera que se apruebe una regulación, hasta el momento no se ha concretado.
Organizaciones y expertos en el campo del cannabis medicinal han expresado su preocupación por el retraso en la regulación y han instado a que se incluya el autocultivo en la regulación
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